Es importante llevar a cabo un abordaje enfocándose en la Higiene del Sueño, a través de una rutina antes de acostarse que les va a ayudar a organizarse.
Algunos consejos:
-Establecer hábitos para dormir.
Establecer hábitos de sueño cortos, previsibles y anticipados. Una buena rutina puede ayudarlos a relajar y prepararse para dormir. Dentro de la rutina podemos incluir actividades relajantes y su estabilidad será calmante para el niño todas las noches. Antes de dormir es recomendable evitar actividades como mirar programas de televisión, películas, videojuegos, música a todo volumen o luces brillantes. También evitar actividades como correr, saltar o alborotar.
Iniciar la rutina 15 a 30 minutos antes de la hora fija de acostarse. La rutina puede ser más corta en el caso de niños pequeños y se puede ir aumentando a medida que el niño crece. No debe excederse más de 60 minutos
-Proporcionar un lugar cómodo para dormir
Es importante crear un entorno de sueño seguro y silencioso. Debe ser cómodo, la temperatura del ambiente ni muy fría ni muy caliente, silencioso y oscuro. Si la habitación es demasiado oscura se puede agregar una luz tenue para toda la noche.
El ambiente debe ser silencioso por la noche, evitar radio, televisión, música, celular cuando se está quedando dormido por la noche. En lo posible evitar ruido de los otros hermanos o de la televisión, videojuegos en las habitaciones cercanas.
Tener en cuenta el entorno, los niños con TEA pueden ser más conscientes de los ruidos en la noche que no afectan a otros niños. Cosas como el agua corriente, otros ruidos de la casa que pueden afectar al sueño. Los niños con Tea pueden presentar problemas de sensibilidad a cosas como la textura en el caso de ropa de cama y pijamas. Es importante tratar de averiguar si estas cosas están afectando a su hijo. Por ejemplo, ¿Prefiere pijamas ajustados o sueltos, mantas ligeras o pesadas?
-Algunos jóvenes o niños con TEA pueden beneficiarse de un horario visual o de “una lista de cosas para hacer”, se pueden utilizar imágenes, palabras o ambos, para ayudar a recordar cada paso. Un horario visual ayuda tanto al niño como a otros integrantes de la casa a seguir al orden de la rutina. Los niños que no responden bien al uso de imágenes pueden beneficiarse del uso de los objetos. Cada paso en su rutina antes de acostarse puede ser representado por un objeto que se utilice en ese paso.
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